La tecnología del ecofiltro, fue inventada por el científico guatemalteco Fernando Mazariegos Aleu en 1982, como parte de un proyecto del Instituto Centroamericano de Investigación y Tecnología Industrial -ICAITII-, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo – BID-. Su objetivo era encontrar una forma de purificar agua de manera efectiva, ecológica y de bajo costo para comunidades rurales.
Después de años de investigación y pruebas, Mazariegos desarrolló un filtro de cerámica que utiliza barro, aserrín y plata coloidal para purificar el agua. Este filtro permitió eliminar sedimentos, parásitos, bacterias entre otros contaminantes.
Gracias al buen funcionamiento de esta tecnología, su papel ha sido clave para mejorar la calidad de vida de las comunidades rurales de Guatemala, y del mundo al brindarles acceso a agua segura.
En 1992, la Asociación Familias de las Américas, adopta la tecnología y junto al inventor Fernando Mazariegos, inician la producción de los filtros bajo el nombre “ecofiltro”, mismo que posteriormente se convierte en la marca comercial de la tecnología en Guatemala.
Ecofiltro se instituyó en el año 2009 como una empresa mercantil, con el objetivo de llevar agua purificada a las familias guatemaltecas, especialmente a aquellas que viven en áreas rurales, donde el acceso al agua potable es limitado. En palabras de Philip Wilson: “inicia una empresa social, con el objetivo de dar acceso al agua purificada a todos los guatemaltecos”.
Hoy en día, Ecofiltro se ha convertido en una empresa de impacto social. Su modelo de distribución en cadenas de “retail”, distribuidores rurales y alianza con organización de microfinanzas, ha permitido que el ecofiltro esté accesible a todos los guatemaltecos y también en otros países, ya que actualmente Ecofiltro está presente en 22 países alrededor del mundo, siendo un referente de la calidad de agua purificada a nivel mundial.
Ecofiltro nació hace más de 20 años con el objetivo de llevar agua purificada a las familias guatemaltecas, especialmente a aquellas que viven en áreas rurales, donde el acceso al agua potable es limitado, y funcionó como una organización no lucrativa, al inicio de la historia.
En el año 2007, nuestro CEO, Philip Wilson, al dimensionar la problemática del agua en el país y ver la necesidad de miles de familias, tuvo el deseo de aportar directamente y, observando la dificultad para resolver esta problemática dependiendo de donaciones, llegó a la conclusión de que el proyecto no podría sostenerse en el tiempo.
Es entonces donde un modelo innovador de negocio creado por el CEO, podría convertir a Ecofiltro en una organización financieramente sostenible, en un social business enfocado en una solución real, al problema de la accesibilidad a agua potable.
Las ventas en área urbana servirían para financiar las ventas en área rural para maximizar el impacto en las familias y entregar a un precio más accesible. Es por ello, que el modelo ha sido exitoso. Un modelo de distribución con cadenas de retail, distribuidores rurales y alianza con organización de microfinanzas que ha permitido que Ecofiltro exporte constantemente a más de 18 países alrededor del mundo, siendo un referente de la calidad de agua.
